sábado, 24 de enero de 2009

Ánimo, somos muchos los que te necesitamos

Dedicatoria

Desde el primer día fuiste especial, te quería y te quiero, y me duele tu dolor; es el dolor más intenso, más cruel, por encima de cualquier otro. Intento mitigarlo, pero mis intentos casi siempre son torpes, no he aprendido a luchar contra la injusticia de un destino caprichoso y cruel, nada selectivo; siempre agarra a los mejores y se ensaña con ellos; tu mente es fuerte, tu corazón generoso y tu ánimo envidiable. Me tienes y me tendrás a tu lado siempre que quieras.

Me he hecho mil preguntas sin respuestas, buscando un porqué, una solución, una salida digna o no tan digna, lo mismo da, pero una salida para esta cruel circunstancia y pienso en ti todos los días de mi vida, cada momento y me imagino miles de soluciones que puedan hacerte feliz, que permitan que desaparezca esa puta enfermedad, o al menos que no avance. Si existe un Dios (tiene que existir para ti, en tu interior) te contará el porqué una persona tan valiosa se tiene que enfrentar a la injusticia en sus propias carnes, quizá necesite de mentes privilegiadas como la tuya que puedan enfrentarse a ello sin odiar al mundo y a los demás, a esos otros que te rodean con sus mentes estrechas que miran sin ver.

He pensado mucho, pero las lágrimas no me dejan pensar con claridad, o más bien me niego a ello, tu canción, la canción que yo te enseñé, tu primera canción, y me niego, me niego y me niego, no quiero darle la razón a esa maldita canción que tanta gracia nos hacía cuando la cantabas, no es para vivirla, no quiero que sufras en silencio, quiero que grites y te reveles, pero sobre todo quiero una solución que te dé ansias de vivir, somos muchos los que te necesitamos, tu presencia nos da vida y alegría, no queremos huir dando saltos, queremos permanecer a tu lado, no porque nos necesites, sino porque te necesitamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario